Mariano Fortuny en Marruecos: otro artista fascinado con el país

Mariano Fortuny en Marruecos: otro artista fascinado con el país

Estampa inspirada en el cuadro Hombre negro de Tánger, de Mariano Fortuny

El mes pasado dedicábamos un artículo a Eugene Delacroix, gran pintor francés que realizó un viaje a Marruecos en el siglo XX y quedó absolutamente fascinado de lo que vio, influyendo definitivamente en su estilo. Y ahora hacemos lo propio con un pintor español que tuvo una experiencia similar: la estancia de Mariano Fortuny en Marruecos supuso un antes y un después en su carrera. En este artículo hacemos un breve repaso a su viaje y repercusión, que te aportarán ideas evocadoras, si te gusta disfrutar del arte.

Mariano Fortuny en Marruecos: motivos de su viaje

Pese a su prematura muerte a los 36 años de edad, Mariano Fortuny es uno de los grandes artistas españoles del siglo XIX. Nacido en Reus (Tarragona) obtuvo el encargo de la Diputación de Barcelona de acudir a Marruecos en 1860 como cronista gráfico del recién comenzado conflicto entre ambos países. Dicha guerra duró dos años, firmándose la paz en 1862, y ese fue también el periodo que pasó Mariano Fortuny en Marruecos.

La zona por la que se movió Mariano Fortuny fue principalmente el norte de Marruecos, por tratarse del área de mayor influencia española en el país debido a la presencia de las ciudades de Ceuta y Melilla, ambas bajo soberanía española, ya por aquel entonces. En especial, Tetuán, Tánger y la región del Rif.

Dos años de estancia en Marruecos pueden parecer poco, pero el impacto que causó el país en el joven Fortuny fue definitivo. Al igual que Delacroix, se sintió fascinado por las escenas costumbristas de sus gentes, sobre todo en las medinas históricas de las ciudades, cuyos zocos se veían repletos de colorido y tiendas de artesanía. De hecho, Fortuny no dudó en comprar objetos variados para su propia colección, que luego utilizó para ambientar sus composiciones más orientalistas.

Pero sobre todo, lo que cautivó a Fortuny fue la luz de Marruecos: su fuerza e intensidad parecen hacerla reverberar cuando cuando uno la mira fijamente. Y eso es precisamente lo que este pintor trató de reflejar en su singular pincelada, de pequeños trazos y pinceles finos, pero con una soltura y vibración que nos remite al gran sur.

De hecho, Fortuny regresó brevemente a Marruecos de nuevo en 1862, y su estilo ‘orientalista’ se puede trazar también en otras muchas obras. Por ejemplo, en las que realizó posteriormente en Granada, cuyo centro histórico encalado en blanco y decorado con flores le recordó en buena medida a las medinas de Tetuán y Tánger.

Dónde ver cuadros de Mariano Fortuny sobre Marruecos

Por desgracia, no se conservan cuadros de Mariano Fortuny en Marruecos, pues el artista se trajo de vuelta a España su producción. Además, muchos cuadros de temática marroquí fueron realizados por el propio pintor ya en suelo español, sobre esbozos realizados durante su época de reportero gráfico y apoyándose en sus propios recuerdos.

Sin embargo, contemplar algunas de las obras de Mariano Fortuny sobre Marruecos puede servir de evocador adelanto si vas a viajar próximamente a este país, o bien como artístico recuerdo de viaje si ya has regresado de él.

Esta es una lista de grandes obras de Fortuny, relacionadas directa o indirectamente con Marruecos:

  • La batalla de Tetuán (Museo de Arte Nacional de Cataluña, Barcelona): considerada su obra maestra, es precisamente la que mejor refleja el cometido para el que fue enviado a Marruecos
  • Batalla de Wad-Ras (Museo del Prado, Madrid): otro cuadro de temática, composición y estilo parecidos al anterior
  • Paisaje norteafricano (Museo Carmen Thyssen Málaga, Málaga)
  • El vendedor de tapices (Monasterio de Montserrat, Barcelona)
  • Marroquíes (Museo del Prado, Madrid)
  • Un marroquí (Museo del Prado, Madrid)

Y si te gusta el arte y, en particular, el estilo orientalista, recuerda que puedes visitar el Museo Orientalista de Marrakech donde encontrarás cuadros de temática parecida, de otros grandes pintores como Eugene Delacroix, Jacques Majorelle o Lord Weeks, entre otros.