Restos Arqueológicos
en Marruecos

La ubicación privilegiada y estratégica de Marruecos en el norte de África, así como la fertilidad de sus tierras, propiciaron que su territorio fuera poblado por numerosas civilizaciones antes de la conquista árabe en el siglo VII d.C. Por aquí pasaron y/o se asentaron pueblos mediterráneos como los fenicios, los griegos, los cartagineses y, sobre todo, los romanos. Y para suerte de los viajeros interesados en la Historia, aún quedan importantes vestigios de sus construcciones y actividades. En esta sección te damos acceso a los principales restos arqueológicos de Marruecos, que además son visitables en la actualidad.

A 20 km al norte de Meknes, fue una de las ciudades más importantes del norte de África en tiempos del Imperio Romano, como se puede comprender gracias al esplendor de los vestigios conservados: mosaicos, templo de Júpiter Capitolino, Arco del Triunfo de Caracalla… Sin duda, el mejor y más espectacular de todos los restos arqueológicos en Marruecos, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.

Antigua ciudad fundada por los fenicios en el siglo VII a.C y dominada posteriormente por los cartagineses, alcanzó su punto álgido cuando cayó bajo el control del Imperio Romano. Fue un importante centro de producción de garum y en la actualidad se pueden reconocer estructuras tan simbólicas como murallas, termas o un anfiteatro. Muchos de sus hallazgos se encuentran en el Museo Arqueológico de Larache.

Restos arqueológicos en Marruecos: cuáles hay y dónde

 

Los restos arqueológicos de Marruecos se concentran en el norte del país. A falta de nuevos descubrimientos en otras zonas, los principales trabajos de campo se han desarrollado en el territorio que durante el Imperio Romano fue la provincia Mauritania Tingitana, que limitaba al oeste con el océano Atlántico, al este con la Mauritania Cesariense y al sur con las tribus mauri locales, a la altura de lo que es la actual Meknes, aproximadamente.

Tuvo una importancia clave en el conjunto del Imperio Romano, una civilización que no solo se limitó al intercambio comercial con las poblaciones locales sino que también fundó ciudades y sometió al territorio a un alto grado de romanización. En ese contexto, destacaron Tingis (Tánger), Rusadir (Melilla), Lixus y Volubilis. 

Estas dos últimas representan los principales restos arqueológicos de Marruecos y, por ello, nuestra agencia los integra en circuitos por el país u organiza visitas privadas a modo de excursión, con transporte y guía si así se requiere.