Consejos sobre los monos de Marruecos: algunas buenas prácticas

Consejos sobre los monos de Marruecos: algunas buenas prácticas

El macaco de Berbería es uno de los atractivos naturales de Marruecos, y conocer su modo de vida es siempre interesante, como te contamos en este post. Pero al mismo tiempo, es importante tener una buena conducta hacia ellos, pues se trata de una especie en peligro de extinción: se estima que su población apenas llega a 2.000 ejemplares, la mayoría de ellos concentrados en áreas del Rif y, en especial, en el Parque Nacional de Ifrane, en el Medio Atlas (sin contar los centenares de individuos del Peñón de Gibraltar). Por ello, si quieres realizar turismo responsable en este sentido, aquí te damos algunos consejos sobre los monos de Marruecos, para que los pongas en práctica durante tu viaje.

Precaución y velocidad moderada

Según las autoridades, una de las principales causas de muerte de estos primates es el atropello. Por tanto, conducir con precaución y a una velocidad moderada es un consejo básico para respetar a los monos de Marruecos. Cuando se circula por sus hábitats naturales, hay que tener cuidado porque muchos de estos macacos atraviesan inconscientemente la calzada o incluso se acercan a propósito a la carretera en busca de alimento (restos de basura que pueden quedar en las cunetas). Por ello, es posible toparse con ellos en puntos conflictivos, como curvas o cambios de rasante. Así que si vas a conducir por una de estas carreteras, presta mucha atención a los carteles informativos, que alertan de la proximidad de macacos y el riesgo de atropello.

No des de comer a los monos de Marruecos

El hábitat natural del macaco de Berbería es el bosque de cedros, como el del Parque Nacional de Ifrane. Y de estos árboles aprovechan sus semillas, así como otros recursos naturales para su alimentación. Pero les resultará más fácil y sabroso recurrir al alimento que les proporcionan los hombres, pese a que no es ni mucho menos lo más recomendable: algunos estudios demuestran la obesidad y la consiguiente reducción de la esperanza de vida en muchos de ellos. En este sentido, no podemos pasar por alto los puestos de venta de cacahuetes que los ciudadanos locales regentan para que los turistas alimenten a los macacos, pero los expertos alertan de que, a la larga, no es una buena práctica para estos animales.

No tocar ni interactuar con los monos

Aunque puede resultar tentador interactuar con los monos de Marruecos, no se recomienda hacerlo. Es probable que se te acerquen, generalmente de una manera amistosa, aunque en otras ocasiones con la intención de echar mano de tu mochila, especialmente si hay comida en ellas. Pero lo más recomendable es pasar lo más desapercibidos posible ante ellos, sin molestar, observándolos sin resultar invasivos. Por ejemplo, con prismáticos cuando están situados en las ramas de los cedros. Además, diferentes expertos alertan de que el contacto físico aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades, tanto en una dirección (hombre>mono) como en otra (mono>hombre).

No fomentes su uso como ‘mono de feria’

El término ‘mono de feria’ es, por desgracia, perfectamente aplicable a los monos de Marruecos: muchos feriantes los exponen en puestos ambulantes para que los turistas los vean o incluso se fotografíen con ellos. Pero esta es una mala práctica a la que no deberías contribuir: los ejemplares expuestos son normalmente crías arrebatadas a sus familias, y viven encadenadas y privadas de libertad. Por ello, si encuentras este tipo de actividad en plazas como Jemaa el Fna u otras del país, rechaza participar en ellas. Y por supuesto, sacar del país alguno de estos ejemplares está fuertemente penado por la ley, pues son animales autóctonos y protegidos… aunque por desgracia el furtivismo existe y el contrabando, también.