Las puertas de la muralla de Rabat son los puntos más interesantes y monumentales de todo el recinto fortificado de la medina. Por ello, merece la pena desplazarse hasta ellas y contemplar su diseño y estilo, pues además suelen tener una intensa vida popular en sus inmediaciones. En este post te contamos más sobre ello, para que puedas admirarlas en todo su esplendor durante tu visita a la ciudad.
Contexto de la muralla
El recinto amurallado de Rabat es uno de los mejor conservados de todo Marruecos. Y no es casualidad que formen parte del sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Su importancia también radica en que supone un buen testimonio de varias épocas históricas para la ciudad. En primer lugar, el periodo almohade, en el siglo XII, momento en el que fueron construidas las primeras murallas: dicha dinastía creó un auténtico imperio que llegó hasta Al-Andalus, y es por ello que se pueden trazar semejanzas con monumentos del sur de España. Pero además, esa influencia llegó de vuelta, pues en el siglo XVII, cuando los moriscos fueron expulsados de dicho país, muchos de los expatriados ayudaron a construir la muralla andalusí, que es uno de los tramos más destacados del recinto.
Bab El Had
Es una de las más imponentes y antiguas: construida en el siglo XII, en tiempos del sultán almohade Yaacoub El Mansour. Presenta una curiosa mezcla de tres arcos superpuestos sobre el ingreso (túmido, cordobés y de herradura rebajado), enmarcados en alfiz y flanqueados por torreones. Pero a pesar de ser una de las más bellas, era también una de las más temidas: su nombre en árabe significa “filo de la espada”, pues era aquí donde se ejecutaba a los condenados a muerte, que eran ajusticiados de esa manera.
Bab Rouah
El cubo que forma esta puerta almohade la convierte en la puerta más grande de toda la muralla. De hecho, ha sido restaurada y acondicionada para alojar una interesante galería de arte. Sus refinados arcos polilobulados, formados a base de pequeños lóbulos simétricos, le dan un toque muy artístico. Y su ubicación en lo alto de una pequeña escalinata le da un carácter prominente y monumental. Su significado es “puerta de los vientos”, probablemente por la brisa constante que solía recibir del océano Atlántico.
Bab Zaer
Se la considera una puerta de retaguardia, pues se ubica en el extremo sur del recinto amurallado, justo en el lado opuesto a la costa atlántica. Aunque también fue construida en tiempos de los almohades, su aspecto actual responde principalmente a la reforma llevada a cabo con el sultán alauita Sidi Mohammed ben Abdallah, en la segunda mitad del siglo XVIII, motivo por el que presenta un estilo más sobrio y clásico.
Bab Bouiba
Situada al comienzo de la muralla andalusí, es la más pequeña del recinto. Tan pequeña, que su nombre hace referencia al hecho de que las personas más altas podían golpearse la cabeza con su arco de entrada. También es la más sencilla, sin apenas decoración y flanqueada por dos torreones cuadrangulares. Pero su interés radica en que da acceso a una de las calles más comerciales y animadas de toda la medina. Fue construida también en tiempos del sultán alauita Sidi Mohammed ben Abdallah.
Bab Lamrissa
En realidad, esta no es una de las puertas de la muralla de Rabat, sino de la vecina Salé. Pero la mencionamos aquí por su cercanía, dado que está al otro lado del río Bou Regreg. Y también por su historia: fue construida en el siglo XIII por los meriníes después de que la zona fuese atacada y saqueada por las tropas del rey castellano Alfonso X el Sabio en 1260.