Los Siete Santos de Marrakech: claves para entender su popularidad

Los Siete Santos de Marrakech: claves para entender su popularidad

Conocer quiénes fueron los Siete Santos de Marrakech resulta clave para entender la idiosincrasia de la sociedad marrakechí y marroquí en general. Y es que la religiosidad de este país va más allá del Islam ‘oficial’ y deja un gran espacio al Islam ‘popular’, siendo el mejor ejemplo este grupo de místicos tan venerados en la ciudad.

La importancia del ‘Islam popular’ en Marruecos

El término de ‘Islam popular’ se emplea para hablar de esa otra religiosidad que sienten y despliegan los fieles musulmanes, especialmente en el Magreb y más aún en Marruecos. Un dicho en este país dice que Oriente Próximo “es tierra de Profetas” y el Magreb “es tierra de piadosos y santos”.

Se trata de una religiosidad que no sigue las directrices oficiales del Islam, difundidas por los expertos en la ley islámica (Sharia), sino que nacen del pueblo, de sus creencias espontáneas y personales y que, dado su poder de movilización, es respetado por las autoridades, en especial el rey, que tiene el cargo de Amir al-Mu’minin o comandante de los fieles en este país.

Por ello, no es casualidad que en Marruecos existan santuarios como zagüías o morabitos, y se den movilizaciones tan singulares como moussems o procesiones populares hacia determinados lugares sagrados, considerados así por alojar la tumba de un santón, como en Moulay Idriss, cerca de Meknes.

Lista de los Siete Santos de Marrakech

Los Siete Santos de Marrakech son considerados a menudo como los siete protectores de la ciudad. Y de hecho, este número ayuda a tenerlos siempre presentes: uno para cada día de la semana, lo que favorece un reparto continuo de las oraciones y de las visitas a sus tumbas. Además, estas tumbas están ubicadas en distintas áreas de la medina, junto a las principales puertas de entrada, lo que refuerza su carácter protector.

Los enumeramos a continuación, pero debes tener en cuenta que su acceso sólo está permitido a fieles musulmanes, pues se trata de lugares sagrados y de oración, como sucede en una mezquita:

  • Sidi al-Suhayli: venerado los lunes y su tumba está en Bab er Robb, en el extremo suroccidental de la medina
  • Sidi Youssef Ben Ali: venerado los martes, enterrado junto a Bab Aghmat, la principal puerta del sureste de la medina
  • Caddi Ayyad: venerado los miércoles y enterrado junto a Bab Aylan, al este de la medina
  • Sidi Bel Abbes: venerado los jueves, enterrado junto a Bab Taghzout, en el norte de la medina
  • Sidi Ben Slimane Al Jazuli: venerado los viernes, enterrado inicialmente en Essaouira pero posteriormente exhumado y trasladado al entorno de Bab Doukkala
  • Sidi Abdel Aziz: venerado los sábados, sus restos reposan en la zagüía homónima. Se le atribuye de proteger el parto de las mujeres embarazadas, que visitan su tumba
  • Sidi Abdellah El Ghazouani: seguidor del anterior, tiene su mausoleo en Moul lakssour, muy cerca de Jemaa el-Fna

Todos ellos tienen en común su vida dedicada al Islam como místicos sufíes, pero sus procedencias y sus periodos de vida difieren, aunque se encuadran en el periodo almorávide (periodo fundacional de la ciudad, elegida capital) y saadí. Algunos de ellos, de hecho, nacieron fuera del territorio ocupado actualmente por Marruecos, como por ejemplo Caddi Ayyad y Sidi Bel Abbes, naturales de Ceuta, o Sidi al-Suhayli, natural de Fuengirola.

De modo que, aunque no sea posible entrar en su interior, los turistas más interesados en la religión y la cultura pueden acercarse hasta las puertas de estos complejos religiosos para entender mejor su significado, lo que supondrá una auténtica ruta por las calles y los recovecos de la medina, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.