El Borj Sidi Makhlouf de Rabat es uno de los muchos monumentos de la capital de Marruecos. En esa lista están también la kasbah de los Oudayas, la Torre Hassan o el Mausoleo de Mohammed V, entre otros muchos. Pero hoy nos detenemos en este baluarte que, por distintas razones, puede resultar de interés para quienes pasan unos días en esta ciudad. Te lo contamos en este post.
Dónde está el Borj Sidi Makhlouf
Este baluarte está en la Rue Sidi Makhlouf, justo al final de la Avenida de Hassan II. Esta calle es, en realidad, una pequeña rampa de subida desde la Avenida Al Marsa, por donde discurre la Corniche del Río Bouregreg, en el extremo occidental de la Place 16 de noviembre.
Otra referencia útil para ubicarla es la Muralla Andalusí: el baluarte Borj Sidi Makhlouf es su extremo nororiental de esta muralla, que recorre toda la avenida de Hassan II, cerrando por el sur la medina histórica. Su nombre, por cierto, se debe a un antiguo morabito ubicado en esta zona.
Interés histórico del Borj Sidi Makhlouf
Como toda construcción defensivo-militar, el Borj Sidi Makhlouf tiene un interés histórico y arquitectónico. Se construyó en el siglo XVII, como parte final de la Muralla Andalusí, que también se construyó a comienzos de dicha centuria. Por tanto, se puede considerar una prolongación o transición entre el estilo más puramente andalusí y la arquitectura militar, que tuvo por objetivo la defensa de la ciudad.
Además, es claramente distinguible del resto de la Muralla Andalusí porque es el único torreón de planta circular, a modo de baluarte, es decir, como reducto saliente de ésta, con fines de vigilancia y como punto fuerte defensivo en caso de asalto al recinto fortificado.
Esta estrategia defensiva se enmarca en una época donde la piratería árabe y la expansión de los imperios occidentales provocaba numerosos conflictos. Y más concretamente, en tiempos de la denominada República de Salé, una suerte de estado pirata creado entre 1626 y 1668 por los moriscos emigrados del sur de España.
En este contexto se produjo un famoso bombardeo por parte del escuadrón inglés del almirante Rais Borough en 1637, lo que produjo serios daños en la estructura. Por ello, debió ser reconstruido y no toda la construcción que se puede contemplar en la actualidad se remonta al siglo XVII.
Unas vistas privilegiadas
Transcurridos los siglos, el Borj Sidi Makhlouf ha dejado de tener esta función estrictamente militar y ahora es admirado por otro motivo bien distinto: es un atractivo turístico gracias a las vistas panorámicas que ofrece desde lo alto de su recinto.
Desde aquí, la parte más caudalosa del río Bouregreg se abre ante nuestros ojos: es la desembocadura y, también, la vía fluvial que delimita la frontera entre Rabat y Salé. De hecho, lo que se ve al otro lado del río es el skyline de esta ciudad vecina de la capital, con la que conforma una misma área metropolitana. Su marina o puerto deportivo es perfectamente reconocible.
Mirando hacia la izquierda (oeste), se vislumbra el mar y la kasbah de los Oudayas, mientras que hacia la derecha (este) se aprecian los dos grandes símbolos de la arquitectura vanguardista marroquí: el Gran Teatro Real y la Torre Mohammed VI, el rascacielos más alto del país, en ambos casos al otro lado del Puente de Hassan II.
Subir al Borj Sidi Makhlouf es posible y se puede considerar un buen punto final a un paseo por la Corniche, es decir, el paseo a orillas del río, donde hay zonas verdes y numerosos muelles para embarcaciones así como restaurantes y chiringuitos de aire chic.