La Ciudad de Orión de Erfoud: su significado

La Ciudad de Orión de Erfoud: su significado

La Ciudad de Orión de Erfoud es la tercera obra de land art que el artista alemán Hannsjörg Voth realizó cerca de esta ciudad marroquí, en pleno desierto del Sahara. Las otras dos también han sido objeto de sendos posts de este blog: la Escalera Celeste y la Espiral Áurea. Pero, ¿qué significado tiene esta gran obra construida entre los años 1998 y 2003? Te lo explicamos en las siguientes líneas.

Qué representa la Ciudad de Orión de Erfoud

La Ciudad de Orión en Erfoud es una representación en la tierra de la constelación del mismo nombre: Orión. Por tanto, sigue la línea de las dos obras anteriores, explorando las conexiones entre este planeta y el universo, e incluso más allá. De hecho, a esta constelación también se le han dado significados místicos en diferentes civilizaciones, algunas de ellas relacionadas con el desierto del Sahara. 

Por ejemplo, en el Antiguo Egipto se asociaba con el dios Osiris, señor del Más Allá. O en la tradición sumerio-babilónica, a ella se hace mención en el poema épico del siglo III a.C., Gilgamesh. Y por supuesto, en la mitología grecorromana son abundantes las menciones e historias que hacen a la constelación más universal, pese a que ni griegos ni romanos llegaron a dominar este territorio.

Descripción de la obra

En un área aproximada de 5.000 m2, Voth trazó el dibujo de las principales estrellas de esta constelación. Cada estrella es una torre de diferente altura, y están unidas por un muro que crea un perímetro que da la forma de la constelación propiamente dicha, dando la sensación de ciudad amurallada, tan habituales en Marruecos.

El material principal de la Ciudad de Orión es el adobe, es decir, barro cocido mezclado con fibras vegetales, que le da su característico color rojizo que se mimetiza con el entorno, pues procede directamente de él. Además, las torres-estrella presentan una trama de elementos salientes, como es común en los pueblos que habitan en el Sahara, como las construcciones de barro de Tombuctú. Además, los tramos de escalera presentan un diseño geométrico que recuerda a las torres almenadas de las kasbahs o ksar del desierto.

La altura de dichas torres-estrella no es casual, por cierto: son proporcionales a la luz que emiten, es decir, las más altas son las estrellas que más brillan en el firmamento. Y desde lo alto, miradores que propician la contemplación del cielo: tanto la constelación de Orión como cualquier otra. Y a su vez, el mejor lugar para contemplar la obra es la bóveda celeste, desde donde adquiere todo su sentido.

Todo ello en un terreno que Voth denomina ‘paisaje cero’, es decir, paisajes que no han sido modificados por el hombre y que mantienen toda su pureza, siendo sólo producto de las fuerzas de la naturaleza con el paso de miles, millones de años. Un juego de ideas que va de la ‘nada’ al ‘todo’, de la Tierra al Cielo, de lo tangible a lo intangible, de lo físico a lo etéreo, de lo humano a lo divino… amplificado por el silencio y la inmensidad del Sahara, que invita a la reflexión.

Para llegar hasta visitar la Ciudad de Orión, junto con la Escalera Celeste y la Espira Áurea, es preciso viajar hasta Erfoud y abandonar la carretera R702, para después proseguir por pistas del desierto hasta la ubicación exacta de las obras, a unos 5 km en línea recta de la mencionada carretera.

Si sientes especial interés por ellas, sólo tienes que ponerte en contacto con nosotros y ver la posibilidad de explorar el lugar dentro de uno de nuestro circuitos por el desierto marroquí.