Casba de los Udayas: una visita obligada

Casba de los Udayas: una visita obligada

La Casba de los Udayas es uno de los grandes atractivos turísticos de Rabat, capital del Reino de Marruecos y Patrimonio de la Humanidad. Uno de esos lugares de visita obligada, que se usa como imagen icónica de la ciudad, al nivel de su famosa Torre Hassan y el Mausoleo de Mohamed V. En este post te contamos qué es y qué sorpresas aguarda en su interior. ¡Ten bien preparada la cámara de fotos!

Qué es la Casba de los Udayas

La Casba de los Udayas es una de las alcazabas mejor conservadas del mundo árabe actual o pasado. De hecho, este término será familiar entre los andaluces o entre los visitantes de aquella región española, puesto que algunos de sus monumentos más simbólicos responden a esta tipología arquitectónica. En concreto, la de Málaga, la de Almería y, sobre todo, la Alhambra de Granada.

Se trata de una ciudadela, es decir, un recinto amurallado situado en la parte alta de la ciudad, en cuyo interior se ubica a su vez el alcázar o castillo árabe, otro recinto amurallado más pequeño y de mayor seguridad. Éste último era ocupado por el gobernador, mientras que la alcazaba estaba habitada por militares y otras personas que daban servicio al alcázar, conformando un pequeño barrio con su propia actividad.

Lo que hace única a la Casba de los Udayas es que se conserva muy bien, albergando en su interior viviendas y locales. La fisonomía actual de recinto se remonta a la época almohade, del siglo XII, con importantes reformas en el siglo XVIII, aunque su nombre es un recuerdo a la tribu Udaya, que se recluyó aquí en el siglo XIX en retirada desde Fez durante sus disputas con la monarquía alauita. Además, experimentó una profunda restauración durante la época del Protectorado Francés, ya en el XX.

Kasbah de los Oudayas

Callejuelas del Interior de la Casba de los Oudayas

Qué hay en la Casba

Hay varios elementos y espacios de gran interés en la Casba de los Udayas. Lo que te dará la bienvenida es su famosa puerta Bab Oudaia, con su gran arco de herradura al final de las escaleras de ascenso. Tras cruzarla, la sensación es difícil de describir: es como si se entrara en otro mundo, dominado por los colores blanco y azul. Aunque Rabat no es una ciudad tan frenética como otras, en el interior de esta alcazaba el ritmo de la vida se ralentiza al máximo. 

No muy lejos de la entrada encontrarás los Jardines Andalusíes, llamados así por inspirarse en esta cultura árabe medieval de la península ibérica, aunque se realizaron a comienzos del siglo XX. Junto a ellos, el antiguo palacio del sultán Mulay Ismail, que ahora sirve de Museo de los Udayas. 

Recorriendo pequeñas callejuelas y recovecos, pasarás por delante de la mezquita vieja, con su gran minarete, y te sorprenderán sus galerías de arte, con originales obras sobre los muros. Acabarás llegando al otro extremo del recinto, donde está la amplia Plataforma del Semáforo, desde donde tendrás unas hermosas vistas de la vecina Salé y de la playa de Rabat. 

Un recorrido por la Casba de los Udayas que no te llevará más de un par de horas, pero que será un tiempo muy bien empleado. ¡No lo olvidarás!