¿Hay casas cueva en Marruecos? La respuesta es: “sí”. Al igual que en otros países del mundo, como España, Jordania o Turquía, la población local ha aprovechado las posibilidades de las grutas naturales para convertirlas en viviendas. Y la diferencia aquí es que, a día de hoy, siguen siendo soluciones habitacionales para los lugareños… e incluso para los turistas.
Dónde está y cómo es Bhalil
Bhalil es una pequeña localidad poco conocida y, por tanto, fuera de los grandes circuitos turísticos. Sin embargo, tiene algunos atractivos, sobre todo para viajeros intrépidos y curiosos que persiguen lo auténtico, respetando a su vez la vida cotidiana de las personas locales y los modos de vida tradicionales.
Se encuentra en el norte del país, en la región de Fez-Meknes, a las afueras de Sefrou (a unos 5 km por carretera), famosa por su moussem. Es decir, en las primeras estribaciones de la cadena montañosa del Medio Atlas, en su vertiente norte. Fez tampoco queda lejos, a menos de 30 km por carretera, de modo que su visita se puede plantear como una excursión o escapada desde dicha ciudad imperial.
Bhalil conserva rincones con encanto, pues su caserío se ha construido adaptándose a las irregularidades del terreno, de modo que aparecen escalinatas de piedra, callejuelas retorcidas, etc. Pero sin duda, la solución más brillante y genial es, a su vez, la seña de identidad de este pueblo: sus viviendas insertadas en plena roca, consideradas las más importantes casas cueva en Marruecos.
Cierto es que su casco urbano no es tan pintoresco como el de otras localidades serranas, como por ejemplo Chaouen, pero sus habitantes se esfuerza por hacerlo más acogedor, recurriendo a una solución siempre efectiva: pintar de colores fachadas y otros elementos como macetas y bancos, con resultados muy fotogénicos y artísticos..
Cómo son estas casas cueva
Las casas cueva de Bhalil se han convertido en un auténtico atractivo turístico, especialmente tras haberse adaptado algunas de ellas a su nueva función de alojamiento para viajeros extranjeros en busca de experiencias diferentes y espacios verdaderamente característicos.
Estas casas cueva aprovechan las oquedades de la roca en este territorio para adaptarse como vivienda. Es decir: no han sido excavadas como tal, pero sí acondicionadas para esta función. Para ello, se adoptan soluciones tan variadas como dar una mano de revoco o pintura a las paredes, alisar sus irregularidades o bien recubrirlas de humildes tapices para darle un toque de color y, al mismo tiempo, proteger la estancia de la humedad por las lógicas limitaciones de ventilación. No obstante, en algunos casos puede haber ventanas exteriores, al menos si una determinada estancia no está ubicada en lo más profundo de la cueva.
En cualquier caso, uno de los aspectos más destacados de estas casas cueva en Marruecos es que logran mantener una temperatura relativamente constante en su interior. Esto es especialmente agradable en verano, cuando el fuerte calor del exterior no se deja sentir en el interior de las cuevas. En invierno, en cambio, se mantienen protegidas de los vientos fríos e incluso las heladas. Por supuesto, se hacen necesarias soluciones para caldear el ambiente, como braseros tradicionales, pero no resulta difícil mantener esa calidez de manera estable en el interior.
Por todo ello, alojarse aquí o, al menos, realizar una visita a una familia que aquí reside puede resultar una experiencia enriquecedora desde muchos puntos de vista. Si tú también lo piensas así y vas en busca de casas cueva en Marruecos, puedes ponerte en contacto con nosotros y organizar la experiencia a medida: somos profundos conocedores del país, con profesionales y proveedores locales de confianza que harán todo lo posible para hacer realidad tu petición.