Tercer viaje privado con Turismo Marruecos - Marruecos, tierra de contrastes, colores y sabores; donde la diversidad de texturas y paisajes naturales se hace presente en cada instante; y donde recibimos el regalo más grande, la calurosa... read more amabilidad y sinceridad de su gente- en especial Kirsh, con quien tuvimos el privilegio de explorar Marruecos de note a sur en un viaje privado.
En principio, Kirsh se presento como nuestro guía y conductor personalizado. Al término del tour, después de haber recorrido aproximadamente mil quinientos kilómetros por autopistas, carreteras, caminos de terracería e inclusive haciendo nuevos caminos por las dunas del desierto, mi esposa y yo lo consideramos parte de la familia, así con él nos abrió su corazón y nos dio la bienvenida a la familia Berber. Ahora nos consideramos hermanos.
Iniciamos el recorrido en el aeropuerto de Tánger, donde Kirsh nos recibió con una hermosa sonrisa y una suculenta caja de luces típicos. Nuestra primer parada fue la Ciudad Blanca Paloma, Tetuán, donde pudimos apreciar vistas panorámicas de las blancas edificaciones en la colina del monte, así como la antigua ciudad amurallada. Posteriormente tomamos camino al sue este, con destino a Chefchaouen, la Ciudad entre las Montañas, famosa por sus callejones empedrados y edificaciones pintadas en un brillante azul índigo. Pernoctamos en el Riad Chefira, situado en un callejón rodeado de plantas locales. Cuando nos internamos dentro de sus puertas, fue como entrar en un set cinematográfico, maravillosos detalles multicolores dan un ambiente de paz y tranquilidad. Nos recibieron con un tradicional té y bocadillos dulces.
A la mañana siguiente, después de un suculento desayuno salimos en dirección a Fès, ciudad denominada por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Ahi tuvimos la fortuna de conocer a Hassan, Licenciado en Turismo con especialización en la historia de Fès, quien nos educo al respecto, mientras recorrimos el antiguo casco de la ciudad, el Palacio Real y su famoso mercado. En la tarde, nos llevan al Riad Fès, el cual parecía un palacio. Excelente atención y servicio por todo el staff, quienes siempre se encontraban dispuestos a responder cualquier duda, excediendo siempre las expectaciones de sus huéspedes. Después de un merecido descanso, debemos tomar un largo camino, de aproximadamente 8-9 horas, hasta llegar a Merzouga, a las orillas del desierto del Sahara.Durante el recorrido, paramos brevemente por Ifroud, caracterizada por su arquitectura europea, lo cual da el sobrenombre de la Suiza Marroquí. Posteriormente pasamos por el bosque de cedros en Azrou, el cual es hogar de familias de monos, los cuales están habituados al contacto con turistas. Seguimos el camino hacia el sur, bajando por las montañas del Atlas Medio, viendo como el paisaje iba cambiando a cada kilometro andado, desde el paisaje de altas coníferas, pasando por plantaciones de manzana, hasta llegar al rocoso paisaje mientras nos acercábamos al desierto. Ya en Merzouga, cambiamos de transporte, por un vehículo 4x4, donde Mohamed nos hizo favor de llevarnos al campamento internado en las dunas del Sahara, donde pernoctamos en el silencio y tranquilidad del desierto, en una Jaima (tienda de acampar) de gran lujo, con baño y regadera privado. Ahi conocimos a Hamid, quien nos atendió siempre con una sonrisa y calurosa amabilidad. Pudimos recorrer las dunas del desierto, a sugerencia de Kirsh, nos preparamos con un turbante típico y sin zapatos, para sentir los granos de arena en nuestros pies y así tener una conexión mas profunda y autentica, mientras admirábamos el majestuoso espectáculo del rojizo atardecer . Los alimentos en el desierto son tan frescos y suculentos, cena y desayuno, inclusive mejor que en cualquier restaurante con estrellas Michelin. A la mañana siguiente, salimos del desierto, rumbo a Ourzazate. Después de unas escalas para observar diferentes sitios de atracción turística y paisajes memorables, ya entrada la noche arribamos al Hotel Kasbah Tamsna, impecable construcción recientemente terminada, muy al estilo Marroquí, excelente atención y servicio. Para finalizar nuestro recorrido, llegamos a Marrakech, la ciudad Roja; nos hospedamos en La Maison Arabe por dos noches. Ademas de haber contado con un Licenciado en Turismo, con especialización en Marrakech, Mohammed, quien nos llevo a recorrer la ciudad y sus sitios emblemáticos. Como siempre, Carlos y su equipo en Turismo Marruecos, nos han tratado de maravilla, adaptando el tour privado a nuestras necesidades, siempre haciéndonos sentir bienvenidos y como parte de su familia. Somos muy honrados y agradecidos de poder compartir esta experiencia. Hasta la próxima!